Escrito:

Lic. Betiana Garello – MP: 5219 

Especialista en Kinesiología Deportiva Preparadora Física Deportiva
Corredora y Triatleta

 

Correr tiene muchos beneficios pero es un deporte traumático ya que realizamos muchos impactos en un turno de entrenamiento.

Las principales causas q nos llevan a una lesión son: no realizar un proceso de adaptación o planificación del entrenamiento, no tener una correcta técnica de carrera , no tener un calzado adecuado, el tipo de terreno en que entrenamos y el peso corporal.

Por eso este post, para saber cómo identificarlas y poder tratarlas a tiempo.

Entre las lesiones más frecuentes encontramos:

Fascitis plantar : es la inflamación de la fascia o “funda” de la planta del pie. Esta fascia sirve de soporte al arco del pie y absorbe los impactos. Cuando estos impactos se producen de manera repetida y excesiva, como en la carrera, puede inflamarse provocando dolor en la planta o talón del pie. La mejor forma de prevenir es planificando bien el entrenamiento y no pasándonos de kilómetros. Pero también influye la superficie donde corremos, si es muy dura hay más riesgo de lesión. Los corredores con sobrepeso son más propensos a tener esta lesión, al igual que los corredores que pronan (cuando la planta del pie mira hacia afuera) en exceso. Si talonamos mucho al correr, también se sobrecarga más la fascia, por tanto, una buena técnica y una musculatura fuerte en la zona del pie puede prevenir la Fascitis Plantar.

Periostitis tibial : es la inflamación del periostio o tejido que recubre el hueso. El músculo tibial anterior se activa cada vez que hacemos una zancada, esto supone traccionar sobre el hueso de la tibia. Si no estamos bien entrenados, estas tracciones repetidas acaban por irritar e inflamar la zona donde el tibial anterior se inserta con la tibia, produciendo el típico dolor en la cresta tibial, acompañado de contracturas del músculo Tibial Anterior. Esta lesión suele producirse por un exceso de kilometraje. Por lo tanto, la mejor forma de prevenirla es empezando poco a poco a correr y no aumentar de forma brusca el kilometraje semanal o las tiradas largas.

Síndrome de la Cintilla Iliotibial: es el dolor que aparece en la zona lateral de la rodilla a causa del rozamiento repetido de la banda iliotibial con el epicóndilo del fémur. Esta lesión es frecuente sobretodo en corredores de distancias ultra. La mejor forma de prevenir esta lesión es evitar hacer distancias muy largas. Una musculatura fuerte de los músculos flexores y extensores de la rodilla también ayudará a estabilizar la articulación y evitar un exceso de rozamiento de la banda iliotibial.

Tendinitis del Tendón de Aquiles: la continua flexo-extensión de la articulación del tobillo al correr puede inflamar al tendón de Aquiles, apareciendo un dolor al correr e incluso al caminar. El exceso de kilómetros o intensidad en los entrenamientos es la causa de la tendinitis. También hay que tener en cuenta el tipo de calzado y la superficie por donde corremos, que pueden hacer que el tendón sufra más de lo normal. Por lo tanto, incrementar la carga de entrenamiento de forma progresiva y alternar la superficie por donde corremos es la mejor forma de evitar esta lesión.

Síndrome del piramidal: es el dolor en zona del glúteo provocado por la presión del músculo piramidal en el nervio ciático. Cuando corremos, su acortamiento o el estar contracturado, pueden presionar al nervio ciático, provocando dolor en la zona glútea similar a cuando se padece de ciática. Este dolor puede irradiarse a la pantorrilla y, al correr, se hace notar cuando elevamos la pierna para saltar un obstáculo o subir escaleras. El tener una buena flexibilidad y fortalecimiento en la zona glútea va a ser fundamental para evitar este tipo de lesión. Estirar el músculo Piramidal hará que éste ejerza menos presión sobre el nervio ciático.

Otra forma de prevenir lesiones y yo diría la más importante es acudir de forma frecuente a un Kinesiólogo, que nos vaya liberando de las zonas con más tensión, nos aconseje sobre cómo evitar las lesiones y haga un diagnóstico de posibles problemas que podemos tener al correr.